"Aun hay tiempo para Recuperar lo Perdido"
Es realmente impresionante y aun mas triste, como podemos ver familias destruidas y otras rumbo a ser derribadas, la causa podríamos nombrar muchas, pero yo me basare en una muy reveladora y que lamentablemente se va perdiendo cada vez más con el pasar de los tiempos estos son, los valores de la comunicación, el amor, y el tiempo de calidad, es un tema de suma importancia ya que son muchos los hogares afectados por la carencia de estos mismos y viendo así la necesidad de recuperarlos, este tema será titulado “Aun hay tiempo, para recuperar lo perdido”.
Servirá de gran ayuda para todas aquellas personas y familias que se han dado cuenta de esta falta, en sus hogares y están buscando una solución a los mismos ya sea para retomarlos si se han perdido y si no has formado un hogar podrás saber como levantarlo con principios y con los valores fundamentales y así poder disfrutar de familias firmes, brindándoles a nuestros hijos un mejor estilo de vida.
Voy a narrarles una historia basada en hechos reales, la cual como lo nombré anteriormente será llamada “Aun hay tiempo, para recuperar lo perdido.”
En la Ciudad de Cabudare, vivía la familia Pérez, la cual estaba conformada por el papá, el señor José, la mamá, la señora Victoria, y los hijos Ana y Juan ambos en la etapa de la adolescencia iniciada.
El Señor José trabajaba conduciendo gandolas viajando durante varios días, a veces semanas y hasta durante largos meses, es notable que no pasaba tiempo en su hogar con su familia por causa de su trabajo, es por esta razón que su hijo mayor, Juan, el cual estudia en bachillerato comenzó a tomar actitudes que mostraban rebeldía ante sus padres, el poco tiempo que su papá estaba en casa el joven no compartía ni mantenía una comunicación con el, y prefería salir a la calle y estar con sus amigos o “panas” como el los llamaba.
Por otra parte Ana comenzó de igual manera a salir mal en los estudios y sus padres no estaban al tanto, empezó a tener problemas en el mismo ámbito estudiantil con sus compañeros, se sentía sola, no tenia con quien hablar de lo que le estaba pasando ya que ni su mamá tenia tiempo para escucharla porque trabajaba en casa de familias como domestica y cuando llegaba a la casa estaba cansada solo pensando en ella, Ana sentía un vacio, a veces ya ni coincidía con su padre cuando se marchaba a emprender sus viajes, a ella le hacia falta ese amor, ese apoyo que todos como seres humanos necesitamos.
Un día Ana estaba en el liceo y recibió un taller sobre los valores, el cual la hizo reflexionar y propuso en su corazón hablar con su familia; y así comunicarles, por fin, lo que le estaba sucediendo, ya que se había dado cuenta de la carencia tan grande que había en su hogar de valores y que por esto cada uno vivía su vida sin importarles las consecuencias que esto estaba acarreando, así que fue a que su hermano Juan y le comento lo que había reflexionado por medio del taller, pero a Juan no le pareció importante pues le dijo: ._“¡siempre hemos sido así, toda nuestra vida, y no creo que a estas alturas nuestra familia cambie, es demasiado tarde ha pasado mucho tiempo que se ha perdido, son muchos días sin tener a alguien que me escuche muchas mañanas sin bendiciones!” ._ Ana, sorprendida de su respuesta se dio cuenta que ella no había sido la única en pasar por todo lo que estaba pasando, su hermano también, pero, _ ¿porque no lo dijo?_, la respuesta es sencilla, no todos somos capaces de afrontar los problemas, preferimos evadirlos, pasarlos por alto sin hacer nada.
Luego de hablar con su hermano Juan, Ana debía hacer un trabajo para sus clases y le toco reunirse en casa de una compañera, en donde pudo conocer a su familia, le presentó a su mama y a sus hermanos, pero Ana tenia una inquietud el papá de su compañera estaba ausente, ella se dio cuenta que era como ella, que su papá no estaba casi nunca.
Entonces pasó el día, terminaron el trabajo y la mamá de su compañera fue muy amable y cariñosa con Ana, fue así que la invito a cenar en su casa con ellos; Ana acepto, y le informo a su madre la cual le dijo que estaba bien.
Mientras esperaban por la cena Ana compartió mucho más con su compañera y ella le habló de su vida, de lo mucho que amaba a su mamá y de su relación con ella.
De repente Ana se sintió muy triste y le conto de su problema, le dijo a su amiga lo que estaba pasando con su familia. Su amiga le dijo que debía aprovechar el tiempo que pudiera y que hablara con su mamá, Ana le dijo que no creía que podía hacerlo no sabia como decirle, la amiga le dijo: _“¡hazlo!, estoy segura que te escuchara, no sabes lo que pueda pasar mañana, no sabemos lo que pueda ocurrir en tan solo minutos; yo también pase por algo parecido, yo también tuve mucho miedo de hablar, también extrañe mucho tiempo a mi padre y quisiera poder devolver el tiempo para poder hacerlo , pero no puedo, no esta conmigo, el murió, así que no esperes que sea tarde para ti, aprovecha el tiempo, deja de ser cobarde y de huir del problema, ¡has algo!, no podrás retroceder el tiempo, pero si lo aprovecharas mucho mas.”_.
Esas palabras eran justo lo que Ana necesitaba escuchar, así que cuando regreso a su casa, inmediatamente hablo con su mamá, con lágrimas en los ojos, su mamá la abrazó y le dijo que no se había dado cuenta de cómo estaba su familia y desde entonces todo cambio en casa de la familia Pérez, aunque Juan aun estaba con dureza en su corazón, pero todos comenzaron a trabajar y cambiar lo que antes estaba mal, ahora el señor José viaja menos que antes y pasa mas tiempo con su familia, y se preocupa mas por ellos, se comunican y ponen en practica sin darse cuenta los valores del amor, la comunicación, la paz la sinceridad, el respeto, entre tantos.
Mientras pasaba el tiempo Ana fue mejorando en sus clases, y ahora Juan cambio su manera de ser, cambiando sus actitudes compartiendo con su familia.
Y así la familia Pérez estuvo firme, afrontando los problemas, era un hogar que se estaba derrumbando por la falta de comunicación, afecto y tiempos de calidad en familia, pero ahora es diferente.
_ ¿Quizás tu estas pasando por algo así?_, es tu decisión, ¡ser valiente y hacer algo o ser un cobarde pasando por alto los problemas!
Depende de nosotros involucrar los valores y ponerlos en practica, “aprovechando bien el tiempo, porque los días son malos.”_.
Y recuerda el pasado es historia, el futuro no existe, solo esta el presente, ¡Aprovéchalo! Aun hay tiempo de recuperar, lo perdido.
Servirá de gran ayuda para todas aquellas personas y familias que se han dado cuenta de esta falta, en sus hogares y están buscando una solución a los mismos ya sea para retomarlos si se han perdido y si no has formado un hogar podrás saber como levantarlo con principios y con los valores fundamentales y así poder disfrutar de familias firmes, brindándoles a nuestros hijos un mejor estilo de vida.
Voy a narrarles una historia basada en hechos reales, la cual como lo nombré anteriormente será llamada “Aun hay tiempo, para recuperar lo perdido.”
En la Ciudad de Cabudare, vivía la familia Pérez, la cual estaba conformada por el papá, el señor José, la mamá, la señora Victoria, y los hijos Ana y Juan ambos en la etapa de la adolescencia iniciada.
El Señor José trabajaba conduciendo gandolas viajando durante varios días, a veces semanas y hasta durante largos meses, es notable que no pasaba tiempo en su hogar con su familia por causa de su trabajo, es por esta razón que su hijo mayor, Juan, el cual estudia en bachillerato comenzó a tomar actitudes que mostraban rebeldía ante sus padres, el poco tiempo que su papá estaba en casa el joven no compartía ni mantenía una comunicación con el, y prefería salir a la calle y estar con sus amigos o “panas” como el los llamaba.
Por otra parte Ana comenzó de igual manera a salir mal en los estudios y sus padres no estaban al tanto, empezó a tener problemas en el mismo ámbito estudiantil con sus compañeros, se sentía sola, no tenia con quien hablar de lo que le estaba pasando ya que ni su mamá tenia tiempo para escucharla porque trabajaba en casa de familias como domestica y cuando llegaba a la casa estaba cansada solo pensando en ella, Ana sentía un vacio, a veces ya ni coincidía con su padre cuando se marchaba a emprender sus viajes, a ella le hacia falta ese amor, ese apoyo que todos como seres humanos necesitamos.
Un día Ana estaba en el liceo y recibió un taller sobre los valores, el cual la hizo reflexionar y propuso en su corazón hablar con su familia; y así comunicarles, por fin, lo que le estaba sucediendo, ya que se había dado cuenta de la carencia tan grande que había en su hogar de valores y que por esto cada uno vivía su vida sin importarles las consecuencias que esto estaba acarreando, así que fue a que su hermano Juan y le comento lo que había reflexionado por medio del taller, pero a Juan no le pareció importante pues le dijo: ._“¡siempre hemos sido así, toda nuestra vida, y no creo que a estas alturas nuestra familia cambie, es demasiado tarde ha pasado mucho tiempo que se ha perdido, son muchos días sin tener a alguien que me escuche muchas mañanas sin bendiciones!” ._ Ana, sorprendida de su respuesta se dio cuenta que ella no había sido la única en pasar por todo lo que estaba pasando, su hermano también, pero, _ ¿porque no lo dijo?_, la respuesta es sencilla, no todos somos capaces de afrontar los problemas, preferimos evadirlos, pasarlos por alto sin hacer nada.
Luego de hablar con su hermano Juan, Ana debía hacer un trabajo para sus clases y le toco reunirse en casa de una compañera, en donde pudo conocer a su familia, le presentó a su mama y a sus hermanos, pero Ana tenia una inquietud el papá de su compañera estaba ausente, ella se dio cuenta que era como ella, que su papá no estaba casi nunca.
Entonces pasó el día, terminaron el trabajo y la mamá de su compañera fue muy amable y cariñosa con Ana, fue así que la invito a cenar en su casa con ellos; Ana acepto, y le informo a su madre la cual le dijo que estaba bien.
Mientras esperaban por la cena Ana compartió mucho más con su compañera y ella le habló de su vida, de lo mucho que amaba a su mamá y de su relación con ella.
De repente Ana se sintió muy triste y le conto de su problema, le dijo a su amiga lo que estaba pasando con su familia. Su amiga le dijo que debía aprovechar el tiempo que pudiera y que hablara con su mamá, Ana le dijo que no creía que podía hacerlo no sabia como decirle, la amiga le dijo: _“¡hazlo!, estoy segura que te escuchara, no sabes lo que pueda pasar mañana, no sabemos lo que pueda ocurrir en tan solo minutos; yo también pase por algo parecido, yo también tuve mucho miedo de hablar, también extrañe mucho tiempo a mi padre y quisiera poder devolver el tiempo para poder hacerlo , pero no puedo, no esta conmigo, el murió, así que no esperes que sea tarde para ti, aprovecha el tiempo, deja de ser cobarde y de huir del problema, ¡has algo!, no podrás retroceder el tiempo, pero si lo aprovecharas mucho mas.”_.
Esas palabras eran justo lo que Ana necesitaba escuchar, así que cuando regreso a su casa, inmediatamente hablo con su mamá, con lágrimas en los ojos, su mamá la abrazó y le dijo que no se había dado cuenta de cómo estaba su familia y desde entonces todo cambio en casa de la familia Pérez, aunque Juan aun estaba con dureza en su corazón, pero todos comenzaron a trabajar y cambiar lo que antes estaba mal, ahora el señor José viaja menos que antes y pasa mas tiempo con su familia, y se preocupa mas por ellos, se comunican y ponen en practica sin darse cuenta los valores del amor, la comunicación, la paz la sinceridad, el respeto, entre tantos.
Mientras pasaba el tiempo Ana fue mejorando en sus clases, y ahora Juan cambio su manera de ser, cambiando sus actitudes compartiendo con su familia.
Y así la familia Pérez estuvo firme, afrontando los problemas, era un hogar que se estaba derrumbando por la falta de comunicación, afecto y tiempos de calidad en familia, pero ahora es diferente.
_ ¿Quizás tu estas pasando por algo así?_, es tu decisión, ¡ser valiente y hacer algo o ser un cobarde pasando por alto los problemas!
Depende de nosotros involucrar los valores y ponerlos en practica, “aprovechando bien el tiempo, porque los días son malos.”_.
Y recuerda el pasado es historia, el futuro no existe, solo esta el presente, ¡Aprovéchalo! Aun hay tiempo de recuperar, lo perdido.
Autora: Lilibet Silvera
C.I. 17.506.306
C.I. 17.506.306
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